Moler las galletitas en la procesadora y arenarlas con la mantequilla pomada, agregar luego las cucharadas de azúcar glas. Forrar un molde tartero con fondo desmontable. Se puede tapizar con papel de aluminio, por las dudas que la mezcla se escurra por las hendijas. Luego humedecer con aceite vegetal y llevar al congelador. Poner las yemas en un bol y batir hasta lograr una mezcla blanquecina. Agregar la leche condensada y seguir batiendo. Incorporar la ralladura y el jugo. Volcar la mezcla en la tarta y llevar a horno moderado (175 grados) por 20 minutos. Dejar enfriar bien y luego llevarla al frigorífico por unas 8 horas como mínimo.
Fuente: Mujer Country