Lo primero que hay que hacer es preparar los bizcochos. Para ello, separa las yemas de las claras y móntalas hasta que tengan un punto firme.
A continuación, en otro recipiente, bate las yemas con el azúcar hasta que se blanqueen un poco y tripliquen su volumen. En seguida, añade la harina con la levadura y remueve hasta que obtengas una crema lisa y sin grumos. Poco a poco ve incorporando las claras a punto de nieve con la restante masa, utiliza movimientos envolventes hasta que tengas una masa homogénea.
Lo siguiente es forrar una bandeja de horno con papel sulfurado y con la ayuda de una manga pastelera formar tiras de unos 3 ó 4 centímetros de ancho. Cocínalos durante unos 13 minutos o hasta que veas que los bizcochos están ligeramente dorados. Deja enfriar y ya tienes preparado el primer paso para montar el tiramisú.
Si vas a utilizar fresas frescas, empieza por lavarlas bien y retirar los tallos. Córtalas en pequeños cubos y reserva para utilizar más tarde.
Posteriormente, coloca el queso para untar y el azúcar en un bol y con la ayuda de una batidora eléctrica, bate hasta que quede una mezcla cremosa. Si te parece que está muy espesa puedes añadir unas cucharaditas de nata para aligerar un poco la textura y para dar un toque más aromático añade la ralladura de una naranja.
En otro recipiente coloca los bizcochos que preparaste anteriormente y humedécelos con el zumo de naranja. Deja reposar algunos minutos hasta que todo el bizcocho esté bien empapado y colócalos en el recipiente donde vas a servir el tiramisú de fresa. Forma una buena base de bizcocho, por encima coloca las fresas en cubos que tenías reservadas y por encima de las fresas una cucharada generosa de crema de queso.
Vuelve a repetir el proceso, colocando una nueva capa de bizcocho, fresas y crema. Termina el tiramisú de fresa con una capa de crema por encima y para finalizar añade algunas fresas. Lleva a la nevera 6 horas mínimo para que el tiramisú de fresa cuaje bien
Fuente: Demos la vuelta al día