Las frutas pueden ser el perfecto aliado para combatir las altas temperaturas que suelen acompañar a esta época del año. En verano, más que nunca, se aconseja consumir un mínimo de tres raciones al día, ya que contribuyen al correcto funcionamiento del organismo y favorecen la nutrición. Las ventajas de la fruta son innumerables.
No hay duda de que nos ayudan a refrescarnos, quizá por ello su consumo se ve aumentado significativamente durante el periodo estival. Otro aspecto que influye es que las frutas se pueden degustar de diferentes formas; por ejemplo, en crudo, en batidos, en zumos, en ensaladas, en sopas frías, etc. Sus posibilidades son muy diversas, así como sus cualidades organolépticas. Existen frutas para todos los paladares y gustos.
La composición de las frutas es lo que la convierte en un remedio perfecto para encarar el verano. Entre las ventajas de la fruta está que es una importante fuente de vitaminas y nutrientes. Con respecto a las primeras, destacan fundamentalmente las vitaminas C y E, además de la provitamina A. Éstas se caracterizan por sus propiedades antioxidantes. Por otro lado, su alto contenido en agua y nutrientes hacen de ella una importante fuente de hidratación y ayudan a regular los riñones.
Otra de las ventajas de la fruta, muy valorada por buena parte de la población, es que apenas aportan calorías y grasas. Por este motivo siempre forman parte de cualquier dieta sana y equilibrada. Asimismo, su acción antioxidante es excelente para mantener al sistema inmunitario en plena forma y evitar así la aparición de enfermedades indeseadas.
En este sentido hay que destacar a las ciruelas, que favorecen el funcionamiento del aparato digestivo, fortalecen nuestros huesos y dientes, retrasan el envejecimiento y previenen el colesterol y el estreñimiento.
No obstante, pese a que la fruta es clave en la alimentación veraniega, no hay que olvidar incluirla siempre en la dieta durante todo el año.